¿Es mejor confiar la remodelación de su entorno de trabajo a un arquitecto o a un diseñador de interiores? En este artículo, aclaramos esta duda, revelando los diferentes campos de acción de estas dos profesiones. ¡Descúbralo todo!
¿Qué hace un arquitecto?
Según la definición de la palabra, arquitecto es «el título obtenido por aquellos que tienen el título académico de grado en arquitectura» y «está inscrito en la Orden de Arquitectos como miembro efectivo». Es una figura profesional que se dedica a la proyección o adaptación del entorno construido, y puede actuar en áreas muy específicas, como el paisajismo o la rehabilitación.
¿Qué hace un diseñador de interiores?
Como su nombre indica, la tarea principal de un diseñador de interiores es ocuparse de todo lo relacionado con la creación de un entorno interior. Esto incluye la elección de materiales, muebles, colores, revestimientos, decoración, iluminación, etc. Esta figura profesional se dedica a determinar el atractivo estético y funcional del espacio, desarrollando su disposición, composición y concepto. Al igual que el arquitecto, el diseñador de interiores domina las herramientas de dibujo y visualización 3D como AutoCad, 3D Studio Max, AchiCad o Adobe Photoshop. Sin embargo, si bien un profesional de la arquitectura también puede trabajar en el área del diseño de interiores, no es posible lo contrario, ya que se requiere una calificación legal para ejercer la profesión.
La diferencia entre un arquitecto y un diseñador de interiores
Actualmente, la línea que separa las dos profesiones es cada vez más tenue. Sin embargo, si bien la responsabilidad principal de un diseñador de interiores reside precisamente en el espacio; la naturaleza del trabajo de un arquitecto implica la definición del sistema de construcción y su relación con el entorno.
¿A quién debo contratar?
Cuando la pregunta está en a quién contratar, la respuesta es: ¡depende! Aunque para un proyecto de construcción o remodelación la figura de un arquitecto es inevitable, el know-how de un diseñador de interiores solo aportará beneficios al propietario. Es decir, en un mundo perfecto, contratar a ambos sería ideal. Sin embargo, esto no siempre es posible. Por lo tanto, si quiere levantar un entorno interior: contrate a un diseñador de interiores. Por otro lado, si quiere construir un nuevo espacio o hacer cambios estructurales en un espacio existente: contrate a un arquitecto.
